miércoles, 23 de junio de 2010

08_¿POR QUÉ NO SE NOTIFICAN LOS CASOS DE MALTRATO INFANTIL?

A continuación se presenta un listado de cuáles son algunos de estos impedimentos y se propone qué tipo de mensajes se pueden transmitir para ayudar a superarlos y fomentar la detección.

Desconocimiento de cuáles son las situaciones de desprotección infantil:


El maltrato a los niños es un problema cuya importancia ha comenzado a ser reconocida recientemente. El maltrato infantil incluye muchas tipologías.

Desconocimiento de las consecuencias del maltrato infantil:


El maltrato puede provocar lesiones físicas permanentes o incluso la muerte de un niño. Pero en la mayoría de los casos lo que realmente hace daño al niño son la falta de afecto, los insultos, descalificaciones, degradación, etc.

El maltrato también puede causar serios daños en su personalidad:


Los efectos negativos del maltrato pueden durar años e incluso toda la vida. No es una relación causa-efecto, pero los niños maltratados en su infancia tienen más probabilidad de convertirse en padres/madres maltratantes.

Atribución errónea de las causas del maltrato infantil. Consideración de que los padres/madres maltratantes son “monstruos” que no quieren a sus hijos/as y que pertenecen a clases sociales marginales:


No hay una causa única del maltrato infantil. Los padres/madres que abusan de sus hijos/as son personas que se encuentran en situaciones sobre las que no tienen control.

El maltrato infantil es un problema que no distingue entre niveles económicos, creencias religiosas, razas, etc., aunque es ciertos que existen algunos grupos que parecen ser más vulnerables debido a sus condiciones de vida o a sus valores. Presión social, dificultades económicas y laborales, condiciones precarias de vivienda, elevado número de hijos, estrés, aislamiento social, malestar psicológico, conflicto conyugal, etc, son factores que provocan tensión en los padres y que pueden conducir al abuso.

A pesar de eso, la mayoría de los padres maltratantes quieren a sus hijos, y los niños a sus padres.

Desconocimiento de los indicadores de los distintos tipos de maltrato infantil:


La detección de los casos de maltrato infantil ha de realizarse lo antes posible, cuando las probabilidades de resolver el problema y ayudar al niño y a su familia son mayores. Cuando más tarde se detecte un caso, más difícil será su rehabilitación, e incluso puede ser demasiado tarde para salvar y proteger al niño.

Atribución de la desprotección a costumbres y prácticas culturales:


Todos los niños tienen una serie de necesidades básicas (físicas, emocionales, cognitivas y sociales) que han de ser cubiertas, independientemente de los valores culturales de su familia.

Consideración de que nadie tiene derecho a inmiscuirse en la manera en que los padres educan y cuidan a sus hijos. Privacidad de la familia:


Los niños no son propiedad privada de los padres. El hecho de ser padre/madre no significa poder tratar a un niño de la manera que uno desee. En los casos de maltrato los padres hacen daño a sus hijos. Nadie puede tolerar que eso ocurra.

Evitación de responsabilidad directa de intervenir en las situaciones de maltrato infantil:


La responsabilidad de garantizar el bienestar de los niños es de todos los ciudadanos y del conjunto de la sociedad. En ese sentido, todos somos parte del Sistema de Protección. Los profesionales de los Servicios Sociales necesitan la colaboración de toda la sociedad para identificar a los niños que pueden estar sufriendo malos tratos. Sin esa colaboración estos Servicios no podrían iniciar ningún tipo de intervención dirigida a resolver el problema.

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